lunes, 28 de febrero de 2011

La Naturaleza de las Cosas

Cuando a los ojos hundida en vileza la vida humana
yacía por tierra del peso de la Religión abrumada,
la cual de allá de los cielos la gran cabeza asomaba,
colgando en horrenda visión sobre los mortales su carga,
fué un hombre griego el primero que se atrevió cara a cara
los ojos mortales al alzar y a hincar ante ella la planta;
que a él ni rumores de dioses o rayos ni con amenazas
del cielo el rugido arredró, sino tanto más denodada
virtud le aguijó en el ánimo, a que las prietas cerrajas
que puso a sus puertas natura el primero quebrar anhelara



Tito Lucrecio Caro

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